El sexo con una desconocida siempre es mejor, pero este no seria tan asi al menos no en los papeles. Yo conocí a Paula una tarde que viajaba en el tren rumbo a casa, el viaje duraba algo de 4 horas y por lo general llevaba un libro o estaba con mi móvil todo el rato, pero ese dia deje todo de eso de lado cuando ella se sentó al lado mio. El vagón estaba bastante vacío así que podía escoger cualquier lugar para hacerlo pero prefirió ese.
Entonces me presento y le digo que me llamo Nicolas, ella me dice su nombre y hablamos un poco. Ella estaba de viaje, de estar con unas amigas, y yo le cuento que hacía ese trayecto al menos una vez por mes por trabajo. Tenía un pelo moreno increíble y unos ojos que te encandilaba, pero por sobre todo con los jeans ajustados que pude ver cuando se dirigía al asiento y denostaba tener un culito que daban ganas de romper.
Queria que me contara un poco de su vida y a ver si podía ponerla en la zona donde me dijera alguna cosa guarra que haya hecho. Nada mejor que hablar de su viaje y que hizo de divertido en el. Entonces me cuenta que un dia en medio de una fiesta le hizo una paja a un tio que ni conocía pero fue muy excitante para ella porque lo hizo delante de todos pero sin que nadie se diera cuenta, o eso ella creía. Para eso se habían puesto unos abrigos encima y ella por debajo hacia lo suyo. Finalmente el chaval se corrió y ella cogiendo una servilleta se limpio para ir luego con sus amigas a bailar y divertirse aún más. Ni siquiera sabía su nombre o un beso le había dado, solo cuando sintió el deseo de hacerlo cogió unos abrigos y le metió la mano por debajo, un hombre no podría negarse a eso. Muy probablemente su novia estaria por alli pero eso no importaba, era una chica guarra.
Si eso podía hacer en un bar que me podría hacer a mi que estabamos practicamente solos alli?. Entonces le propuse una apuesta, a que no se animaria a comerme la polla, si ella ganaba yo haría lo que quisiera y sino me regalaría sus bragas que llevaba puestas. Le dijo espérame un segundo y se fue al baño, cuando volvió me arrojó su ropa interior en la cara y me dijo aquí tienes tu premio. La muy zorra no había aceptado comermela pero me había dado un presente muy embriagador que tenía aroma a sexo, y mientras yo pensaba todo eso ella me desabrocho mi pantalón y comenzó a comerme la polla. Su boca era muy gaurra y su lengua ni hablar, y estaba allí babeandome todo mi rabo. En eso veo que pasa alguien y le dijo, pero ella no se detiene, solo se hace como que estaba dormida encima mio, claro que con mi polla dentro suyo, espero a que pasaran las personas y continuo. Todo eso me había puesto a mil, una mujer que apenas conocía me comiera la polla y encima era una viciosa que no quería parar.
La apuesta era solo comermela pero no habíamos quedado en nada con respecto a cuando me viniera, la paja que le habia hecho al chaval termino en su mano y ella se limpio y se fue, pero aqui desconocia que era lo que tenia planeado. Pero siguio y siguio y mi rabo no podía más, estaba a punto de explotar y no paraba de aumentar su ritmo. No recordaba su cara en ese momento porque apenas la conocía, pero si veía su cabeza desde atrás mientras bajaba y subía. Al cabo de un rato le digo «Oye estas por hacerme venir y no creo que quieras eso en tu boca», pero ella no me escucho, o eso pareció, y siguió hasta que finalmente me corrí, una descarga tras otras y cuando parecía que se terminaban llegaba otra, no ayudaba mucho que ella siguiera mamando. Finalmente se incorporó y ahi volvi a ver su rostro, colorado por la actividad y con algo de semen en su labio, lo recogió con sus dedos y se lo llevó a la boca donde con algo de esfuerzo trago todo lo que pudo. Al menos mi polla estaba bastante limpia y con solo relamerse sus labios también. En eso me da un beso en la boca y luego al oído me dice «ahora eres mio y cuando lleguemos a la ciudad me muestras donde vives.
Todavía quedaba una hora de trayecto pero yo con estaba más que bien, la que no parecía igual era ella que me pidió que la tocara y eso hice, era lo menos que podía hacer luego de esa mamada.
Al llegar a mi casa no pude ni dejar las maletas que Pau se estaba quitando la ropa y con una sonrisa picara me dijo «es hora de que me las comas a mi». No podía negarme después de todo y además el resto de viaje había comprobado lo depilada que la llevaba por lo que eso sería un manjar. En un mueble que tenia ella se sentó y yo arrodillado comencé a devorarle su rajita, le metia los dedos y también mi lengua, mientras que con mi mano libre le tocaba su clítoris, estaba super ocupado pero no sabia que hacerle a una mujer tan insaciable como ella. Me cogió de la cabeza y me empujo como quitandome y de esta forma me llevó hasta un sofá donde me arrojó y se sento encima mio. Mientras follabamos note como se llevó un dedo a su culo y me dijo «Que rica polla tienes y que bueno que sabia tu semen, pero todo el viaje estuve esperando que me lo hagas en el ojete y no lo hiciste, ahora lo tendré que hacer yo».
Ahi no mas la levante un poco para sacar mi polla de su coño y se la introduje en su ojete, sin juego previo, sin dilatar, sin nada, no importara que le doliera si queria sexo anal se lo iba a dar. No pareció gustarle mucho pero con mi polla enterrada y con su culo roto no le quedaba más remedio que aguantarse, al final era lo que buscaba. No paraba de gemir y de gritar, y cada tanto me decía cosas como «me encanta sentirme una puta follada por el culo, ahora no te vayas a correr que todavía tengo cosas preparadas para ti».
Entonces se levanta y va hacias sus cosas, buscan un rato dentro de su bolso y encuentra algo, cuando lo saca me doy cuenta de lo que se trata una gran polla de plástico que quería que usemos. La idea era que mientras yo la follaba por su chocho tambien le metiera el dildo por el culo, por mi perfecto. Así que mientras hacía todo eso tambien le puse un par de dedos en la boca que ella chupaba como guarrilla y me parecía genial.
Pero había algo que se me ocurrió mientras hacíamos todo eso y se lo propuse pidiéndole que se ponga en 4, una mujer como ella no rechazaría algo así. Primero le puse el consolador en el ano y luego mi polla en su chocho, y utilizando mi cuerpo y mi mano empujaba mi pene y el juguete dentro de Paula para luego sacarlo. Ahora seguía un ritmo y era como si tuviera dos pollas y se lo hacía a la vez Se podía ver lo mucho que le gusto porque se corrió un par de veces, momento oportuno para yo hacer lo mismo pero de una forma especial, haría que ella se abriera sus nalgas para que ahora con su culo abierto me corriera encima de ella y cayera dentro de su ojete dilatado.
Luego de esto cogió sus cosas y se fue pero al menos me dejo el telefono para cuando quisiera volver a hacer cosas cerdas con una mujer guarra como ella.